domingo, 25 de abril de 2010

Abejas: Domesticación e Importancia Económica

Importancia Económica
La abeja melífera tiene una gran importancia económica pues es uno de los principales insectos polinizadores de los cultivos. La importancia de la abeja melífera para la agricultura en los países desarrollados queda ilustrada por el hecho de que la mayoría de los principales cultivos requieren que sus flores sean visitadas por insectos para su polinización. Entre las cosechas que dependen de la polinización por insectos o que su producción es mayor cuando abundan las abejas en época de floración, están los frutos (almendra, manzana, albaricoque, aguacate, mora, arándano, cereza, pepino, zarzamora, grosella, uva, mango, melón, melocotón, nectarina, pera, caqui, ciruela, frambuesa, fresa y sandía) y las cosechas de semillero (alfalfa, espárrago, brócoli, coles de Bruselas, repollo, zanahoria, trébol, algodón, pepino, cebolla, rábano, calabaza, trébol de olor y nabo). El polen de estas plantas es demasiado pesado y pegajoso para ser dispersado por el viento, en contraste con el de los cereales y las herbáceas, que son polinizados por el viento y no requieren el auxilio de los insectos. La abeja melífera es el único insecto que puede transportarse a los campos de cultivo para el expreso propósito de la polinización.

Historia de la Miel
La miel tiene sus cualidades reconocidas y utilizadas por los seres humanos desde tiempos remotos, como alimento y para endulzar naturalmente con poder de endulzar dos veces mayor que el azúcar de caña. Existen diversas referencias históricas a esta sustancia. Además de las citas bíblicas, muchos otros pueblos, como los antiguos egipcios o los griegos, por ejemplo, se referían a la miel como un producto sagrado, llegando a servir como forma de pagar los impuestos. En excavaciones egipcias con más de 3.000 años fueron encontradas muestras de miel perfectamente conservadas en vasijas ligeramente tapadas. También existen registros prehistóricos en pinturas rupestres de la utilización de la miel. Son conocidas diversas variedades de miel que dependen de la flor utilizada como fuente de néctar y del tipo de abeja que la produjo, pero como éstas la fabrican en cantidad cerca de tres veces superior de lo que necesitan para sobrevivir, siempre fue posible, primeramente, recogerse el exceso de ésta para el ser humano y más tarde realizarse la domesticación de las abejas para el fin específico de obtener su miel, técnica conocida como apicultura.


Domesticación de la Abeja
En el caso de la abeja melífera no hubo grandes cambios genéticos, fisiológicos o morfológicos que el hombre seleccionara. La selección es mansedumbre, el resto son variables de la selección natural. Ejemplo de esto es el comportamiento de limpieza que manifiestan las abejas rusas. Estas se limpian y quitan los parásitos varroa. Logrando luego por selección artificial de cruzamiento de estas abejas resistencia a varroa en otras razas. También hay que diferenciar el grado de adaptación al ambiente de diferentes razas de Apis mellifera, porque a pesar de haber transcurrido muchos siglos de importación de colmenas a Brasil de abejas de raza europeas, éstas nunca llegaron a vivir en estado silvestre o rústico; como lo hicieron los híbridos de abejas africanizadas de abejas africanas Apis mellifera scutellata con abeja criolla Apis mellifera del continente Americano; que inmediatamente invadieron la región tropical y subtropical del continente tanto al norte como al sur, probablemente por estar mejor adaptadas a estos tipos de climas. Esa es la razón de que se habla de razas domésticas y no de especies doméstica. Las que definiríamos domésticas en nuestro continente (abeja europea) no se comportan de la misma manera en Europa donde sí se tornan silvestres. Otro factor que juega en gran medida en el proceso de readaptación a la vida silvestre en el caso de la abeja es la gran cantidad de generaciones que transcurren en un período determinado, si lo comparamos con un mamífero de ciclo de vida larga.


El Panal
El panal es una estructura formada por
celdillas de cera, que comparten paredes en común construida por las abejas melíferas para contener sus larvas y acoplar miel y polen dentro de la colmena. Esta capacidad se debe a que las obreras cuentan con glándulas cereras que producen este elemento natural tan apreciado. El panal es utilizado para depositar sus alimentos: polen y miel. También la celda es utilizada como habitáculo para la cría de obreras y zánganos. El tamaño de la celda varía según la necesidad de la abeja, siendo de aproximadamente 6 milímetros para obreras y 8 milímetros para zánganos en el caso de Apis mellifera.

La Colmena
La colmena es el armazón de la colonia, siendo la parte fundamental de esta los cuadros que se encuentran en su interior. Estos cuadros se conocen como celdas. En cada cuadro hay carias zonas. En la zona central se localizan las crías, larvas y pupas operculadas, por lo que se le denomina núcleo vital. En esta zona existen obreras nodrizas que cuidan de las crías y zánganos o machos en primavera. Las celdas reales son las más amplias, las celdas para los zánganos también son grandes y las angostas, estrechas e incómodas son celdas para las obreras. Hay otro tipo de celda llamada celda intermedia que sirve de conexión entre las grandes con las más pequeñas. Las celdas mayores se rellenan de abundante miel, es en ellas que nacerán los nuevos zánganos.

Apicultura
La apicultura o el cultivo de abejas es una actividad agropecuaria orientada a la crianza de abejas (del género Apis) y a prestarles los cuidados necesarios con el objeto de obtener y consumir los productos que son capaces de elaborar y recolectar. El principal producto que obtiene el hombre en esta actividad es la miel. Un beneficio indirecto producto de la actividad de pecoreo que realizan las abejas corresponde a la polinización que realizan estos insectos. El cultivo similar de otras abejas productoras de miel (melipónidos) se denomina Meliponicultura. La vespicultura es la explotación de las escasas especies de avispas mielíferas.

Polinización
La polinización es fundamental para que las plantas en flor produzcan cualquier tipo de semilla y de frutas. El intercambio de polen entre las flores, tiene el objetivo de la reproducción, es un proceso fundamental para el mantenimiento de la vida sobre la tierra. Para la reproducción vegetal se necesita el traslado del polen desde las anteras, o parte masculinas de una flor, hasta los estigmas, sus partes femeninas, ya sea de la misma planta o de otras plantas que se encuentren a cierta distancia las unas de las otras. Después de miles de años de evolución y de adaptación a los ambientes locales, cada especie vegetal tiene exigencias especificas para el transporte de su polen; muchas de las cuales dependen de los insectos forrajeadores que los trasladan de flor en flor. Muchas especies de insectos visitan las flores para buscar su néctar o polen; mientras lo hacen trasportan los gránulos que contribuirán a la polinización. Las abejas melíferas son insectos polinizadores altamente eficaces: tienen el cuerpo cubierto de pelos que recogen fácilmente miles de gránulos de polen cuando se mueven al interior de las flores; visitan solamente una especie de flor durante cada uno de sus viajes; cada abeja recogen la cantidad suficiente de polen para su propio alimento y para también las necesidades de la colonia. En una sola jornada una abeja puede visitar miles de flores de una misma especie, recogiendo el néctar y el polen y esparciendo interminablemente los gránulos de polen por todas las flores.

Orden Social
La colmena está formada por una abeja reina, que tiene el doble del tamaño que las obreras, de 800 a 2,000 zánganos o machos responsabilizados con la fecundación y de 10,000 a 80,000 abejas obreras que son las que garantizan la alimentación de todo el colectivo, además de cumplir otras funciones inherentes a la higiene, mantenimiento y restauración de interiores y hasta la defensa de la colmena ante situaciones imprevistas. En el vuelo nupcial, la reina acumula en su interior los espermatozoides del macho en la espermática. Según el tamaño de la celda los individuos serán machos o hembras; si la celda es estrecha, la reina al colocar el huevo, las paredes ejercen presión sobre el abdomen y los espermatozoides de la bolsa salen de esta, fecundando el huevo que dará lugar al individuo hembra u obrera. En las celdas anchas, que se suelen localizar en los extremos de los cuadros de las colmenas, la reina pone el huevo y al no ejerce presión sobre el abdomen los espermatozoides no salen y no se produce fecundación resultando un individuo macho o zángano. La cuna de la reina es una celda especial llamada realera, maestril o celda real, edificada por las obreras. La celda real tiene forma de bellota, se abre hacia abajo y contiene una larva pegada a la parte superior mediante una gota de la jalea.


Productos
Los productos que produce la colmena es la miel; el polen, que es una fuente de proteínas en la alimentación humana; los propóleos, mezcla de resinas y bálsamos con cera utilizados en la fabricación de velas de cera, la impermeabilización de maderas, cuerdas, cueros y telas;
jalea real; veneno de abejas (apitoxina); en la industria cosmética, productos tales como crema facial, shampoo, acondicionador para el cabello y polimiel; medicina y para barnices.

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