viernes, 26 de marzo de 2010

CARTA DE DERECHO DE LOS ANIMALES

Al igual que el ser humano, los animales tienen derechos que los protegen. Aunque existen muchas personas que lo olvidan con facilidad, no los tratan con dignidad, ni respetan su vida. Debido a eso la Liga Internacional de los Derechos del Animal adoptó en 1977 y proclamó en 1978 una Declaración Universal que defiende los derechos de los animales. Posteriormente fue aprobada por la UNESCO y la ONU.

En el preámbulo de la declaración de derechos menciona que todos los animales tienen derechos y que muchas personas por desconocimiento o desprecio no los respetan y hasta les causan la muerte. También recomienda a educar al ser humano desde la infancia para que respete y ame a los animales. En parte esta declaración ayuda a que el ser humano reconozca la existencia de otros seres vivos y viva en armonía con ellos.

La proclama consta de catorce artículos, en los cuales se proclama lo siguiente:
Artículo 1: Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia.

Artículo 2: Todo animal tiene derecho al respeto. El humano, en tanto que especie animal, no puede atribuirse el derecho de exterminar a otros animales o de explotarlos violando este derecho. Tiene la obligación de poner sus conocimientos al servicio de los animales. Todos los animales tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la protección del humano.

Artículo 3: Ningún animal será sometido a malos tratos ni actos de crueldad. Si es necesaria la muerte de un animal, ésta debe ser instantánea, indolora y no generadora de angustia.

Artículo 4: Todo animal perteneciente a una especie salvaje tiene derecho a vivir libremente en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático, y a reproducirse. Toda privación de libertad, incluso aquella que tenga fines educativos, es contraria a este derecho.

Artículo 5: Todo animal perteneciente a una especie viva tradicionalmente en el entorno del humano, tiene derecho a vivir y crecer al ritmo y en las condiciones de vida y libertad que sean propias de su especie. Toda modificación de dicho ritmo o dichas condiciones que fuera impuesta por el humano con fines mercantiles es contraria a este derecho.

Artículo 6: Todo animal que el humano ha escogido como compañero tiene derecho a que la duración de su vida sea conforme a su longevidad natural. El abandono de un animal es un acto cruel y degradante.

Artículo 7: Todo animal de trabajo tiene derecho a una limitación razonable del tiempo e intensidad del trabajo, a una alimentación reparadora y al reposo.

Artículo 8: La experimentación animal que implique un sufrimiento físico o psicológico es incompatible con los derechos del animal, tanto si se trata de experimentos médicos científicos, comerciales, o de cualquier otra forma de experimentación. Las técnicas alternativas deben ser utilizadas y desarrolladas.

Artículo 9: Cuando un animal es criado para la alimentación debe ser nutrido, instalado y transportado, así como sacrificado, sin que ello resulte para él motivo de ansiedad o dolor.

Artículo 10: Ningún animal debe ser explotado para esparcimiento del humano. Las exhibiciones de animales y los espectáculos que se sirvan de animales son incompatibles con la dignidad del animal.

Artículo 11: Todo acto que implique la muerte del animal sin necesidad es un biocidio, es decir, un crimen contra la vida.

Artículo 12: Todo acto que implique la muerte de un gran número de animales salvajes es un genocidio, es decir, un crimen contra la especie. La contaminación y la destrucción del ambiente natural conducen al genocidio.

Artículo 13: Un animal muerto debe ser tratado con respeto. Las escenas de violencia en las que los animales son victimas deben ser prohibidas en el cine y la televisión, salvo si ellas tienen como fin el dar muestra de los atentados contra los derechos del animal.

Artículo 14: Los organismos de protección y salvaguarda de los animales deben estar representados a nivel gubernamental.

La declaración de los derechos del animal termina exponiendo que los derechos de los animales deben ser defendidos por la ley como lo son los derechos del hombre.

domingo, 7 de marzo de 2010

¿Por qué tenemos mascotas?

La mayoría de las personas tenemos mascotas porque ellas nos brindan su afecto y nos hacen compañía. Consideramos a las mascotas parte de nuestra familia. Jugamos con ellas como se juega con un hermano en el parque. Las llevamos de paseo. Nos sentimos tan responsables por ellas, que si muestran signos de enfermedad, corremos al veterinario para que nos las cure. Las alimentamos, bañamos y hasta le compramos juguetes. Las personas amadoras de las mascotas desarrollamos un vínculo con ellas difícil de romper. Después de que las mascotas llegan a nuestras vidas se nos hace difícil imaginarnos el mundo sin ellas. Les hablamos, las acariciamos y hasta le contamos nuestros problemas. La mascota es un amigo incondicional que solo por nuestro afecto está dispuesto a velar por nuestro sueño y brindarnos su compañía.


Otras personas tienen mascotas por su seguridad. Las utilizan para que les cuiden sus hogares o propiedades. Las utilizan como un empleado para que le brinden un servicio y muchas veces la única paga reciben es un plato de comidad al final del día, ni un hola o una caricia. Este tipo de persona no desarrolla ese sentido de pertenecia, ese lazo amoroso que nos hace verlos como a un miembro más de la familia.


El peor grupo de personas que tienen mascotas es aquel que solo las adquiere por moda. Son personas, como se le llama en el argot popular, "embelequeras". Si ven que en una película o en un anuncio sale un animal, ya quieren uno. Tienen a la mascota por un tiempo, pero cuando se dan cuenta de la responsabilidad que conlleva el tenerlas, los muchos trabajos y cuidados que esto abarca, la pobres
mascotas "pasan de moda". En muy poco tiempo, estas personas se desilucionan, se cansan y prefieren regalarlas, llevarlas a un albergue o hasta abandonarlas a su suerte.

Siempre debemos de tener en mente, que sea cual sea el animalito que escojamos como mascota, la debemos de tratar con cariño y afecto. Siempre tener presente que es un ser vivo que siente y padece. Debemos de hace el firme compromiso de velar por ellas y proveerles todo lo necesario para que puedan vivir felices y alegrerarnos con su compañía.